Semillas

El “asunto de las semillas” es lo que hizo que GRAIN comenzara sus actividades hace ya casi 30 años. El tema sigue siendo una área central de la labor que realizamos. Conforme el sector semillero corporativo alcanza niveles de control sin precedentes impulsando híbridos, organismos genéticamente modificados (OGM) y concentración de tierras, la biodiversidad en las tierras del campesinado se erosiona de un modo alarmante. Por todo el mundo, los gobiernos promueven o permiten restrictivas leyes de semillas y propiedad intelectual con las que conceden poder exclusivo al sector corporativo mientras limitan las posibilidades de que campesinas y campesinos guarden, intercambien y sigan desarrollando sus propias variedades. De igual modo, por todo el mundo brotan y crecen movimientos sociales que desafían estos procesos y establecen redes para conservar y utilizar sus materiales locales de cultivo. 

Este programa permite que GRAIN sea parte de este movimiento contribuyendo con su labor de investigación e información, y brindando respaldo a la construcción colectiva de capacidades y movilización.

¡Alarma!: Avalancha transgénica en México

México es centro de origen y diversificación del maíz, uno de los cuatro alimentos cruciales para el mundo. Agredir este cultivo y a los pueblos que lo han cuidado por milenios atenta contra las estrategias más antiguas y con más posibilidades de futuro de la humanidad. Este ataque será una avalancha de aprobarse la siembra comercial de maíz transgénico en México en unos 2 millones 400 mil hectáreas, cosa que puede ocurrir de un momento a otro. Este texto resume la situación e intenta vincular la resistencia mexicana con las luchas de Costa Rica, Honduras, Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay, para hacer sonar la alarma ante la amenaza que se cierne sobre la alimentación, la agricultura y la biodiversidad.

México es centro de origen y diversificación del maíz, uno de los cuatro alimentos cruciales para el mundo. Agredir este cultivo y a los pueblos que lo han cuidado por milenios atenta contra las estrategias más antiguas y con más posibilidades de futuro de la humanidad. Este ataque será una avalancha de aprobarse la siembra comercial de maíz transgénico en México en unos 2 millones 400 mil hectáreas, cosa que puede ocurrir de un momento a otro. Este texto resume la situación e intenta vincular la resistencia mexicana con las luchas de Costa Rica, Honduras, Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay, para hacer sonar la alarma ante la amenaza que se cierne sobre la alimentación, la agricultura y la biodiversidad.

De quién es la cosecha: la política de la certificación de semillas orgánicas

Este documento ofrece una primera visión global de los reglamentos relativos a las semillas en la agricultura orgánica y se evalúa el significado de esta reglamentación para el futuro de la agricultura orgánica y de los millones de agricultores que la sostienen.

Este documento ofrece una primera visión global de los reglamentos relativos a las semillas en la agricultura orgánica y se evalúa el significado de esta reglamentación para el futuro de la agricultura orgánica y de los millones de agricultores que la sostienen.

Japón clava sus garras en la biodiversidad mediante los TLC

Japón está utilizando cada vez más los tratados de libre comercio (TLC) para reforzar el control empresarial sobre las semillas y otras formas de diversidad biológica que son cruciales para la alimentación, la agricultura y la medicina. Dos de esos tratados, concretados este mes con los gobiernos de Chile e Indonesia, pusieron a Japón en la gran liga de las naciones que utilizan los tratados bilaterales de comercio para convertir en cosa del pasado la práctica de guardar la semilla en la finca rural.

Japón está utilizando cada vez más los tratados de libre comercio (TLC) para reforzar el control empresarial sobre las semillas y otras formas de diversidad biológica que son cruciales para la alimentación, la agricultura y la medicina. Dos de esos tratados, concretados este mes con los gobiernos de Chile e Indonesia, pusieron a Japón en la gran liga de las naciones que utilizan los tratados bilaterales de comercio para convertir en cosa del pasado la práctica de guardar la semilla en la finca rural.

¿Privilegio para las empresas semilleras, represión para los agricultores?

Aspiraciones de la industria semillera de cara a la próxima revisión del Convenio de la UPOVLos actores principales de la industria semillera mundial están quejándose y refunfuñando por las lagunas y vacíos que presenta el sistema de protección de las obtenciones vegetales, creado por ellos mismos en la década de 1960 como alternativa a las patentes. Los europeos quieren eliminar el derecho limitado que aún tienen los agricultores a guardar semilla. Los norteamericanos quieren restringir la cláusula que habilita mutuamente a los fitomejoradores a usar libremente y para fines de investigación las variedades comerciales de otros fitomejoradores. En ambos casos, lo que se pretende es reducir la competencia y multiplicar las ganancias. A corto plazo, las víctimas serán los agricultores que probablemente terminarán pagándole US$ 7.000 millones adicionales cada año a las grandes empresas semilleras. Pero a la larga todos perderemos con el control creciente de nuestros sistemas alimentarios en manos de grandes empresas transnacionales. Este informe rastrea los debates recientes al interior de la industria semillera, y explora qué ocurrirá si los derechos de obtentor de variedades vegetales se tornan indistinguibles de una patente.

Aspiraciones de la industria semillera de cara a la próxima revisión del Convenio de la UPOVLos actores principales de la industria semillera mundial están quejándose y refunfuñando por las lagunas y vacíos que presenta el sistema de protección de las obtenciones vegetales, creado por ellos mismos en la década de 1960 como alternativa a las patentes. Los europeos quieren eliminar el derecho limitado que aún tienen los agricultores a guardar semilla. Los norteamericanos quieren restringir la cláusula que habilita mutuamente a los fitomejoradores a usar libremente y para fines de investigación las variedades comerciales de otros fitomejoradores. En ambos casos, lo que se pretende es reducir la competencia y multiplicar las ganancias. A corto plazo, las víctimas serán los agricultores que probablemente terminarán pagándole US$ 7.000 millones adicionales cada año a las grandes empresas semilleras. Pero a la larga todos perderemos con el control creciente de nuestros sistemas alimentarios en manos de grandes empresas transnacionales. Este informe rastrea los debates recientes al interior de la industria semillera, y explora qué ocurrirá si los derechos de obtentor de variedades vegetales se tornan indistinguibles de una patente.