Grandes corporaciones, especialmente chinas y saudíes, están comprando enormes extensiones de tierra en países africanos. Un video de Pachamama Grandes corporaciones, especialmente chinas y saudíes, están comprando enormes extensiones de tierra en países africanos. En el norte de Mozambique, pequeños campesinos ven como los terrenos donde llevaban viviendo y cultivando durante generaciones son vendidas a empresas extranjeras. Los acuerdos económicos nunca tienen en cuenta a las personas que habitan unas tierras sin propiedad legal aparente, pero donde miles de familias están fincadas. Dichos terrenos suelen producir monocultivos enormes para posteriormente modificar el precio de los alimentos en los mercados de valores. La especulación alimentaria se ha vuelto uno de los grandes lucros para corporaciones financieras que han descubierto en este mercado una fuente inagotable de beneficios al estar presentes todos los habitantes de la tierra. Grandes marcas de alimentación como Nestle juegan una oscura labor en un negocio diseñado para aumentar los beneficios a costa de los más vulnerables. Por esa razón las grandes hambrunas no están motivadas por terribles sequías como algunos medios de comunicación quieren justificar. La emergencia alimentaria vivida en el cuerno de África durante los últimos años está directamente provocada por la venta de tierras y por la especulación de los alimentos. En países como Etiopía millones de personas mueren de hambre, pero miles de hectáreas están en posesión de estas corporaciones.