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Comunidad Zenú del Volao. De las cenizas del desplazamiento forzoso resurge la vida

by Germán Alonso Vélez y María del Pilar Valencia | 28 Oct 1995

BIODIVERSIDAD
SUSTENTO Y CULTURAS

Comunidad Zenú del Volao:
De las cenizas del desplazamiento forzoso resurge la vida

por Germán Alonso Vélez  y María del Pilar Valencia*

Septiembre 2000

 

* Germán Alonso Vélez y María del Pilar Valencia integran el Programa Semillas de Colombia, que edita la revista "Semillas de la Economía Campesina" del cual tomamos este artículo. Pueden ser contactados en: Programa Semillas, A.A. 241662, Santafé de Bogotá, D.C., Colombia. Tel.: (57-1) 334 4473 - Fax: (57-1) 336 3986. C.e.: [email protected]

 

Siguiendo con la presentación de experiencias concretas de recuperación y manejo local de la biodiversidad agrícola, compartimos aquí el trabajo de una comunidad indígena en Colombia, que en circunstancias muy duras por las múltiples violencias que las amenazan, van logrando una recuperación de sus semillas tradicionales y por tanto una de las bases fundamentales de su sustento material y cultural.

 

Generalmente cuando se analizan las causas y los efectos de la violencia y de los desplazamientos forzosos de poblaciones rurales, no se hace énfasis en el impacto que tienen estos desplazamientos en la pérdida de la biodiversidad, especialmente de las especies y variedades locales que sustentan los sistemas de producción tradicionales. Esta es, sin embargo, una de las principales causas de desarraigo de las poblaciones desplazadas, puesto que al romperse radicalmente el vínculo territorio-comunidad-recursos tradicionales, es muy difícil volver a reconstruir o rediseñar una nueva forma de vida sustentable en otros sitios. Igualmente ocurre cuando la población regresa a su territorio y se encuentra con que los recursos y conocimientos locales desaparecieron o quedaron desarticulados de los sistemas productivos tradicionales.

Según la FAO, los conflictos civiles en la actualidad son la causa primordial del hambre y el desplazamiento de personas. El número de refugiados y personas desplazadas en el interior de los países, exclusivamente a causa de los conflictos, ha pasado de un millón en 1970 a 50 millones en 1995. Para el caso de Colombia se calcula que en los últimos años es aproximadamente de 700.000 personas, por la violencia generalizada en todos los sectores de la sociedad.

Esta situación ha sido reconocida en el Plan de Acción Global de la FAO para la conservación y utilización de recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Allí se estableció como una de las prioridades la asistencia a los agricultores en casos de catástrofe, para restablecer los sistemas agrícolas. En dicho plan se reconoce que la ayuda alimentaria, unida a la importación de semilla puede resolver las crisis inmediatas, sin embargo, en el largo plazo puede agravar las condiciones de hambre y menoscabar la seguridad alimentaria de las poblaciones marginales.

Por lo que representa para países como Colombia el problema del desplazamiento forzoso y su incidencia en la seguridad alimentaria y en la erosión genética de la biodiversidad de las comunidades locales, queremos dar a conocer la experiencia vivida por los indígenas Zenúes en el Urabá antioqueño, comunidad obligada a migrar por la violencia y que actualmente se encuentra en un valioso proceso de recomposición, donde la organización interna y la estrategia de recuperación de semillas nativas perdidas en el desplazamiento, juzgan un papel importante.

Antecedentes

El grupo Zenú del Urubá antioqueño es originario del resguardo de San Andrés de Sotavento, en los departamentos de Córdoba y Sucre. En la región, el único resguardo constituido está ubicado a 30 km. Al norte del Municipio de Necoclí, cerca de la vereda de las Changas. Ocupa un territorio discontinuo conformado por cuatro líneas, que en total suman aproximadamente 436 hás. La población está ubicada en tres asentamientos: El Volao, Caracolí y Vara Santa. La región pertenece a la zona de vida correspondiente a bosque húmedo tropical (bh-T) y hacia el Norte cerca al mar bosque seco tropical (bs-T). La precipitación anual promedio es de 2000 mm., alcanzando la mayor intensidad entre julio y octubre, seguido por un fuerte período seco hasta aproximadamente marzo del año siguiente. La temperatura promedio es de 26 grados C.

A principio de siglo, el Gobernador del Departamento decretó que los indígenas no existían en la zona, apoyándose en testigos falsos y maniobras de terratenientes y políticos.

Esta decisión, aunada a la violencia política de los años cincuenta, aceleró el despojo de las tierras de resguardo, trayendo como consecuencia la integración de los Zenúes a la economía campesina en calidad de jornaleros y minifundistas, provocando también sucesivas migraciones hacia otras regiones.

No obstante haber sufrido un grave proceso de aculturación, tienen elementos culturales y étnicos que los diferencian de la sociedad nacional. En una larga historia de resistencia activa, los zenúes han emprendido un proceso organizativo y de reconstrucción social, política y cultural, primero como campesinos y luego reivindicando su identidad como indígenas en la recuperación colectiva de sus territorios originales.

Para el caso del Urabá antioqueño, iniciaron este proceso hace aproximadamente 14 años, el cual ha estado marcado por una permanente lucha de sobrevivencia en una región signada por la violencia generalizada. A finales de 1993 las tres comunidades Zenúes de Urabá, con cabildos reconocidos, eligieron el primer Cabildo Mayor de Antioquía como for ma de organización política centralizada. A principios de 1995 con el respaldo y acompañamiento de la Organización Indígena de Antioquía (OIA), se impulsó una experiencia productiva tendiente a fortalecer la producción para el auto-consumo, lazos de solidaridad para la actividad productiva y recuperación de semillas locales y de áreas degradadas.

Como producto del enfrentamiento entre los grupos paramilitares y la guerrilla en la región, se desencadenó una ola de amenzas y asesinatos de líderes indígenas, que culminó con la muerte del Gobernador Mayor José Elías Suárez, justamente en el momento en que se había acordado el plan de trabajo y la estructura operativa para el funcionamiento del proyecto.

Los anteriores hechos provocaron de forma inmediata una migración masiva de la población hacia otras comunidades zenúes y centros urbanos de la región, quedando en la comunidad sólo una familia. Esta situación derrumbó, por lo menos en el corto plazo, el proceso de reconstrucción cultural y social de los Zenúes en Antioquía.

Pero a pesar de las dificultades, se logró llegar a acuerdos internos y con el Gobierno Departamental, para adelantar un «plan de retorno», iniciado el segundo semestre de 1995.

Testimonio de la comunidad
¿Qué hemos hecho hasta ahora?

Luego de nuestro desplazamiento en 1995, estamos en proceso de regresar al resguardo. Al llegar a las parcelas, no encontramos nuestras semillas criollas para sembrarlas de nuevo. Este hecho ha generado un proceso de reflexión, el cual nos ha hecho emprender el rescate de la biodiversidad perdida, puesto que ésta es la base de nuestra seguridad alimentaria y de cualquier propuesta agroecológica sustentable.

Actualmente estamos interesados en desarrollar una propuesta de diversificación de nuestros cultivos y buscar alternativas al uso de agroquímicos. Para lograrlo, en el primer semestre de 1996 nos planteamos realizar acciones orientadas a recuperar nuestras semillas y conocimiento tradicional. Hasta el momento hemos realizado tres talleres, dos con hombres y uno con mujeres, y giras para la búsqueda de semillas por la región. Dentro de las principales actividades desarrolladas en estos eventos, podemos destacar:

- Identificamos las principales causas y efectos de la pérdida de las semillas tradicionales, tanto las manejadas por los hombres como por mujeres: impacto de revolución verde y del uso de las semillas mejoradas, impactos del desplazamiento de la comunidad.

- Realizamos el inventario y caracterización de las semillas tradicionales de los principales cultivos de la alimentación básica y del patio, tanto de las actuales como de las perdidas.

- Presentamos y caracterizamos las semillas llevadas a los talleres por cada uno de los asistentes. Para ello desarrollamos aspectos como: nombre de la variedad, parámetros tradicionales de identificación, forma, tamaño, color, sabor, manejo agronómico, tolerancia a problemas fitosanitarios, sequía, inundación y usos; entre otros aspectos.

- Intercambiamos entre los agricultores las semillas llevadas a los talleres.

- De las semillas perdidas, realizamos la caracterización e identificación de las personas y sitios donde probablemente todavía estén presentes.

- En los talleres de los hombres, le dimos más énfasis a los cultivos básicos de nuestra alimentación: maíz, yuca, arroz, ñame, frijol, plátano y ajonjolí.

- En el taller de las mujeres trabajamos con las plantas que manejamos en el patio, hortalizas, frutales, plantas medicinales y las razas criollas de animales, gallinas, cerdos, pavos, cocás.

- Diseñamos las estrategias y acciones para recuperar nuestras semillas:

• Para los cultivos y animales manejados por las mujeres:
Identificamos las mujeres que todavía manejan las variedades y razas perdidas o en peligro de perderse, con el fin de que ellas inicien la multiplicación en sus patios y el intercambio con otras mujeres.

• Realización de giras y visitas por la región.

• Luego de identificar las semillas perdidas o escasas, iniciamos su búsqueda. Para ello identificamos a los agricultores indígenas y campesinos ubicados en la región, que aún las conservan. Realizamos varios recorridos por la zona aledaña al resguardo y una visita a San Andrés de Sotavento (Córdoba), donde participamos hombres y mujeres y allí recolectamos algunas semillas tradicionales de los zenúes.

En un segundo taller evaluamos el estado actual de los bancos de semillas ya establecidos en el mes de mayo (arroz, yuca y ñame) y planificamos los que se establecerán en el segundo semestre (maíz, frijol, plátano y ajoujolí). También identificamos las variedades recolectadas en las visitas realizadas.

¿Qué plantas hemos recuperado?

Para tener una idea de los resultados obtenidos a partir de los talleres y en las acciones realizadas para la recuperación de las semillas tradicionales, presentamos en el cuadro adjunto el número de variedades o clases de cada uno de los cultivos incluidos en él para la recuperación de recursos locales.

Cultivo o raza de animal No. de clases o variedades Presente en la comunidad

Pérdida o escasa en la Comunidad

Maíz 22 13 9
Arroz 32 19 13
Yuca 27 13 14
Frijol y otras leguminosas 20 13 7
Plátano y banano 16 8 8
Ñame 13 9 4
Ajoujolí 5 2 3
Hortalizas 65* pocas la mayoría
Medicinales 52 pocas la mayoría
Frutales 20 la mayoría pocas
Raza de animales criollos 24** pocas la mayoría

* hortalizas: incluye variedades de tomate, col, berenjena, ají, pepino, patilla, badea, piña, ahuyama, batata, habichuelas, melón, malanga, entre otras.

** razas de animales: incluye gallinas, cerdos, patos, coca, pavos, curies, carneros.

En la actualidad ha regresado aproximadamente la mitad de la población y se espera, en pocos meses, el regreso del resto de la comunidad.

Este plan retorno está acompañado con una propuesta integral productiva que busca en primer lugar garantizar la seguridad alimentaria y la construcción de una propuesta agroecológica sustentable.

Sistemas productivos de la comunidad

Los sistemas de producción del Volao, tradicionalmente se han basado en el uso de la biodiversidad local y en general están orientados hacia el autoconsumo y a la generación de algunos excedentes para la comercialización. Los sistemas de producción agrícola predominantes en la región son:

1. Cultivos asociados con dos o más especies de pancoger. Normalmente son de consumo familiar con productos como maíz, yuca, frijol, ñame y otros.

2. Monocultivos: Para el consumo local y comercialización: maíz, yuca, frijol, flame, plátano y otros. En algunos casos se han utilizado semillas mejoradas y agroquímicos.

3. El patio o huerto casero: sembrados y manejados por mujeres en forma integral con hortalizas, frutales, plantas medicinales y animales domésticos.

Aunque todavía no se ha reconocido suficientemente su amplio conocimiento y el valor de su trabajo en la producción, cultura y bienestar familiar, las mujeres de la comunidad han hecho una contribución muy importante en el mejoramiento, conservación y manejo de las plantas tradicionales, plantas medicinales, hortalizas, frutales y otras, así como de animales criollos.

¿Por qué se está perdiendo la biodiversidad local?

Desde hace varios años los indígenas del resguardo Zenú de Urabá han perdido y dejado de sembrar muchas de sus semillas. Muchos son los factores que han contribuido a este proceso de pérdida de la biodiversidad local, entre los cuales podemos destacar:

• La violencia generalizada de la región ha originado grandes presiones y desarticulación de las poblaciones indígenas y campesinas.

Para el caso de Volao, en 1995 toda la población abandonó el resguardo. Este desplazamiento conllevó una pérdida casi inmediata de gran parte de las variedades de maíz, yuca, ñame, arroz, frijol, plátano, entre otras. Asimismo, las mujeres también perdieron la mayoría de las plantas y las razas de animales criollas manejadas en el patio, puesto que muchas de ellas requieren cuidado especial permanentemente.

Además del factor anterior, podemos mencionar otras causas que han influido en la pérdida de los recursos locales:

• La introducción y fomento de modelos productivos homogéneos basados en semillas y razas de animales mejoradas y en el uso de agroquímicos, la destrucción de los bosques y la expansión de la frontera agropecuaria.

• Las limitaciones en los canales de comercialización de los productos locales.

• El creciente marginamiento cultural, económico y productivo de las comunidades indígenas y locales y en especial de las mujeres; por parte del Estado.

• Los cambios en los hábitos de consumo tradicionales, sustituyéndolos por productos foráneos.

 

Author: Germán Alonso Vélez y María del Pilar Valencia
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