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De un vistazo y muchas aristas: “Estamos con las luchas de todas las mujeres y los pueblos que luchan”

by Alianza Biodiversidad | 25 Apr 2018


Por un feminismo transformador, insumiso y autónomo, contra el capital y el patriarcado

El 2 de marzo se cumplió el segundo aniversario del asesinato de Berta Cáceres, militante y lideresa de las luchas en defensa del territorio y la vida digna del pueblo lenca y hondureño. Este mismo marzo, la violencia patriarcal y del capital volvió a arremeter contra la vida de dos compañeras, Marielle Franco, legisladora y militante por los derechos del pueblo afrobrasilero y María Ester Riveros, campesina paraguaya.

Marzo también nos encuentra a las mujeres del campo y la ciudad organizadas y empoderadas, en las calles y en todos los ámbitos de nuestras vidas, denunciando violencias, defendiendo nuestros derechos, nuestros cuerpos y territorios.

En este Vistazo visibilizamos, con fragmentos de varios textos cruciales, las violencias y la criminalización a las que estamos expuestas como sujetas feminizadas, violencias que tienen una explicación histórica y que nos convocan con todas las fuerzas de la historia de las oprimidas a combatirlas. Levantamos las voces de las mujeres que se hicieron oír en todos los rincones del mundo, y afirmamos, junto con las organizaciones populares, que ¡sin feminismo no hay socialismo!

“El feminismo que planteamos reconoce nuestra diversidad cultural y las muy diferentes condiciones que enfrentamos en cada región, país y localidad; lo construimos desde las luchas cotidianas que desarrollamos las mujeres en todo el planeta, por nuestra autonomía, por transformaciones sociales, por la defensa y protección de la agricultura campesina, por la soberanía alimentaria. Este feminismo es transformador, insumiso y autónomo, lo construimos colectivamente en la reflexión y en las acciones concretas contra el capital y el patriarcado, es solidario con las luchas de todas las mujeres y los pueblos que luchan…” Declaración Política V Asamblea de Mujeres de La Vía Campesina

Euskal Herria, Derio, julio de 2017

Las mujeres campesinas, indígenas y negras organizadas en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo-CLOC/LVC, llamamos a todas las mujeres y hombres a la movilización, acción y lucha este 8 de marzo de 2018, momento que viene a fortalecer la lucha feminista con nuestras formas de resistencia, denuncia y enfrentamiento al capital y al patriarcado, a lo largo de la historia de nuestro continente y donde las mujeres del campo seguimos presentes para fortalecer la lucha de clase, que nos permitan cambiar las desigualdades en el mundo [...]

Las mujeres campesinas nos alzamos en defensa de la democracia real y representativa con participación popular y contra los golpes jurídicos parlamentarios y mediáticos.

Alzamos nuestras banderas en defensa de la tierra, el agua, los territorios, las semillas y los bienes naturales, denunciando a las transnacionales agro-hidro-mineras que usurpan, envenenan nuestras tierras, matan nuestros ríos, nuestras semillas criollas, destrozando toda la vida por donde pasan. Hacemos un llamado especial a la defensa del agua, bien natural imprescindible para la vida de los seres humanos, para la producción de alimentos y para la vida del planeta [...] El avance del Neoliberalismo en el continente trae en sus entrañas el conservadurismo y el patriarcado, que aumentan la opresión, explotación y discriminación hacia las mujeres, intensificando la trata de personas, la migración hacia otros países para trabajos forzosos, precarios y vulnerables a las violaciones sexuales y todas formas de violencia [...] Campesinas y campesinos reafirmamos nuestro compromiso permanente con la Campaña de Basta de Violencia contra las mujeres y nos comprometemos a enfrentar en el cotidiano esta violencia que aún persiste en las comunidades, en las organizaciones y en el campo [...]

Somos mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes que hemos construido caminos de esperanza y de liberación para las mujeres, luchando por el reconocimiento de nuestro trabajo en el campo, fundamental para la sobrevivencia de la humanidad, por los derechos a preservar y ser reconocidos nuestros modos de vida, nuestros saberes, nuestro derecho a vivir en el campo, en nuestras tierras y territorios, el derecho a vivir sin violencia, los derechos a construir soberanía alimentaria y nuestro feminismo campesino y popular.

Por eso, afirmamos y defendemos los derechos que hemos conquistado y alcanzado con nuestra lucha y abogamos por el reconocimiento y garantía de los derechos que forjamos en la resistencia y prácticas cotidianas social e históricamente. CLOC-Vía campesina: Llamado de lucha al 8 de marzo de las mujeres del campo http://www.cloc-viacampesina.net/noticias/llamado-de-lucha-al-08-de-marzo-de-las-mujeres-del-campo

Estamos en las calles, barrios, mercados, empresas, fábricas, colegios, universidades, chacras, en todas las casas. Estamos juntas y convencidas de que no estamos solas, de que hay mujeres luchando contra tanta violencia, contra tanta injusticia.

El 8 de marzo es un emblema de lucha de mujeres por la búsqueda de salarios justos y el fin de la precarización laboral, por una vida libre de violencia, siguiendo la lucha histórica de tantas y tantas mujeres en diferentes partes del mundo. No ha sido fácil, ni será fácil. La denuncia, la resistencia y la lucha son contra el sistema patriarcal y capitalista causante de todas las violencias y opresiones que vivimos principalmente las mujeres. No lo decimos como mera cuestión panfletaria o de discurso hueco, estamos hablando de todas las formas de violencia y discriminación que vivimos por ser mujeres. Sigue siendo una lucha diaria ser reconocidas como trabajadoras principalmente en las labores de la casa, en el trabajo doméstico [...]

Este año definimos en plenaria que el lema sería: “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”. Y una vez más salimos a las calles, ese día cerramos una de las principales calles de Asunción al mediodía, hicimos una ronda tomadas de las manos y al ritmo de una batucada de mujeres gritamos nuestras consignas e invitamos a la marcha central [...]

El Manifiesto que se compartió en el cénit del evento hablaba de las reivindicaciones de las 60 organizaciones firmantes, recogiendo todas las reivindicaciones de las mujeres del campo y la ciudad:

Seguimos las raíces históricas de esta fecha, donde las mujeres obreras y las socialistas cambiaron el mundo. Hoy los feminismos siguen cambiando el mundo y se constituyen quizás en el principal movimiento que cuestiona las bases fundantes de las sociedades patriarcales, capitalistas, heteronormativas, colonialistas y racistas.

Hoy paramos NO para tener “las mismas condiciones que los hombres” dentro de este sistema. Paramos por un sistema que sea justo y humano para todas y todos, y también para la tierra.

Nosotras luchamos para que los 365 días del año seamos reconocidas como personas, reconocidas como trabajadoras, que sea reconocido que nosotras seguimos teniendo doble y triple jornada laboral, que seguimos ganando menos por igual trabajo, que seguimos siendo violentadas por defender nuestros territorio-cuerpo y territorio-tierra, seguimos repudiando los crímenes de feminicidios y luchamos por el fin de todas las violencias que nos oprimen, que nos duelen. Las mujeres somos la fuerza transgresora, somos la fuerza que transformará al mundo. Nosotras luchamos para que todas, todos, todes seamos libres. Paraguay: “Nosotras estamos transformando el mundo” 20 de marzo de 2018 http://www.cloc-viacampesina.net/noticias/paraguay-nosotras-estamos-transformando-el-mundo

Mientras el Paro Internacional de Mujeres hacía que miles de compañeras alrededor del mundo suspendieran sus tareas y salieran a marchar por las calles de sus ciudades, otras miles asistíamos al llamado de las zapatistas.

El encuentro se llevó a cabo en «17 de Noviembre», uno de los tres Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas del Caracol IV «Torbellino de Nuestras Palabras», Morelia, Chiapas. Esta región, al igual que muchas de México, ha sido y es escenario de luchas campesinas y por la defensa de los territorios. En el caso zapatista trascendió la creación de un gobierno propio y la construcción de la autonomía por la vía de los hechos en la que la participación de las mujeres sigue siendo crucial.

El lugar en donde se realizó este encuentro internacional, uno de los más grandes hasta ahora, fue parte de una finca ganadera tomada por bases zapatistas. Este municipio autónomo fue escenario de una de las mayores tomas de tierras tras el levantamiento armado en 1994 [...]

Carolina y Marina son mujeres zapatistas que llegaron desde el Caracol III La Garrucha. Su rol fue coordinar en la organización de este evento junto con otras sesenta compañeras provenientes de los otros caracoles zapatistas. En entrevista nos contaron que se sentían orgullosas, al igual que sus compañeras, de haber podido organizar este encuentro sin precedentes en la historia del zapatismo: “es el primero que es sólo para mujeres, se han hecho otros, pero nunca como éste que no se permiten entrar hombres porque este encuentro lo organizan sólo mujeres”.

Después de la primera reunión en julio de 2017, cuando se propusieron realizarlo, las delegadas llevaron la propuesta de realizar el Encuentro a sus comunidades: «Se fue hasta los pueblos donde están las compañeras zapatistas. A cada pueblo a preguntar si es que va a haber este encuentro. Entonces dijeron que sí y fue ahí donde se empezó a planear todo»

El 8 de marzo las zapatistas presentaron sus participaciones, mientras que los días 9 y 10 se realizaron las actividades de las mujeres que veníamos de distintas partes del mundo. Más de dos mil compañeras bases de apoyo zapatistas estuvieron presentes en cada una de las actividades. Al respecto, Carolina y Marina nos explican el trabajo de las bases de apoyo: “verlas a ustedes y también estar en cada actividad que ustedes hacen para que vayan a los pueblos para explicarles qué son las cosas que vieron de ustedes, qué fue lo que presentaron. Porque así somos nosotras, tomamos en cuenta todo lo que vemos y tiene que llegar hasta los pueblos” [...]

La insurgenta Érika fue quien leyó el discurso de apertura. Acompañada en el escenario por otras insurgentas, milicianas y compañeras con cargo en las Juntas de Buen Gobierno, comenzó enviándole un abrazo a Eloísa Vega Castro, de las redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno (CIG), quien murió cuando acompañaba a la delegación del CIG el pasado 14 de febrero.

Las zapatistas no dudaron en dejarnos claro que su palabra es colectiva y que lleva impregnada edades, historias y lenguas distintas. A través de la voz de Érika, hablaron muchas. Nos recordaron que no sólo el capitalismo es el que nos quiere destruir, sino que también tenemos que luchar contra el patriarcado, ese sistema que “les hace creer y pensar a los hombres que las mujeres somos menos y no servimos”. Pero no sólo a los hombres, nos aclaran las zapatistas, “también hay mujeres de las ciudades que nos desprecian que porque no sabemos de la lucha de mujeres, porque no hemos leído libros donde las feministas explican cómo debe ser y tantas cosas que dicen y critican sin saber cómo es nuestra lucha” [...]

Las zapatistas saben que las formas de nombrar esa cantidad de árboles que rodean el lugar donde se realizó el Encuentro son distintas, y que cada árbol que es parte de ese bosque o monte, es diferente. Como sea que le llamemos a ese conjunto de árboles, nos permite pensarnos a nosotras, las mujeres, «diferentes e iguales» a la vez. Partir de que nuestros colores, tamaños, lenguas, culturas, profesiones, oficios, pensamientos y formas de lucha, son diferentes [...]

Carolina y Marina, las coordinadoras entrevistadas, nos dijeron: «Vemos que la situación que hay es que muchas mujeres están siendo asesinadas. Qué culpa tenemos nosotras como mujeres que a cada día nos anden matando. Entonces pues, por eso mejor hacemos este encuentro para ver qué podemos hacer o si estamos de acuerdo que nos sigan matando cada día o qué debemos de hacer como mujeres. Por eso es que se hizo esto para ver si queremos seguir vivas, pues hay que hacer algo». Lo primero, en palabras de las compañeras, es “no vendernos, no rendirnos, no claudicar” [...]

Queda la urgencia de iluminarnos entre nosotras, compartir nuestras luces y llevarlas a otras mujeres: “llévala y, tal vez, luego llegue en tu pensamiento que no habrá ni verdad, ni justicia, ni libertad en el sistema capitalista patriarcal. Entonces tal vez nos vamos a volver a ver para prenderle fuego al sistema. Y tal vez vas a estar junto a nosotras cuidando que nadie apague ese fuego hasta que no queden más que cenizas”. Mientras eso ocurre, mientras “ese día que será de noche” llegue, seguiremos practicando, entrenando para estar sabedoras de lo más importante que se necesita. “Y eso que se necesita es que nunca más ninguna mujer, del mundo que sea, del color que sea, del tamaño que sea, de la edad que sea, de la lengua que sea, de la cultura que sea, tenga miedo. Porque acá sabemos bien que cuando se dice ¡Ya basta! es que apenas empieza el camino y que siempre falta lo que falta”. La Tinta, Radio Zapatista y Subversiones Agencia Autónoma de Comunicación. “Una constelación de luchas en tierras zapatistas”. https://subversiones.org/archivos/131841

Las compas zapatistas no sólo nos dieron su palabra. También a través de teatro, música, poemas, nos compartieron durante el primer día la historia desde donde llegaron a ser mujeres zapatistas: la explotación, humillaciones y violencia que sufrían por parte de capataces, patrones y militares y cómo fueron encontrándose con otras y otros, para formarse como combatientes zapatistas, para construir el EZLN y la tremenda realidad que son hoy las comunidades zapatistas, con toda su complejidad, desde educación y salud autónomas, cooperativas y colectivos, grupos de música y fútbol, la formación permanente de todas y todos en asambleas y los muchos niveles de participación y decisión desde cada colectivo y comunidad a las Juntas de Buen Gobierno, que representan en democracia directa a cientos de miles de habitantes.

Todas las presentaciones, lejos  de ser demagógicas o discursivas, presentaron también las dificultades reales, pusieron sobre la mesa cada tema que muchas veces nos hemos preguntado: desde el machismo que existe también en culturas indígenas a las dificultades para participar y expandir sus acciones como mujeres, porque maridos, hermanos y padres lo resisten. Pero también nos presentaron una realidad contundente de cómo todo eso ha sido cuestionado e ido cambiando, manifestado por ejemplo, en las muchas jóvenes que participaron en los torneos de fútbol y voleibol, las que manejaban los sistemas de sonido, medios y grabaciones, las que se expresaron en música, teatro, poemas, trabajos.

En todo el mundo los movimientos feministas y contra el patriarcado han ido marcando una diferencia, que vista en perspectiva, es enorme. Es quizá uno de los mayores cambios de nuestra época, desde los cambios en el lenguaje y las actitudes sobre las diferencias de género y diversidad sexual, hasta los cuestionamientos más profundos sobre el papel del machismo y la discriminación sexual como uno de los principales instrumentos del capitalismo y los sistemas de dominación [...]

Toda la lucha antipatriarcal y feminista es un camino abierto y hay mucho más para hacer, discutir, encontrarnos. Y no sólo por el mundo que queremos y necesitamos. También porque aun si la transformación ha sido grande, también la violencia contra las mujeres es mayor que nunca. Y está en el entorno de mayor violencia contra todos los explotados y marginados por el sistema. En ese contexto, este encuentro es aún más significativo.
En las palabras de clausura, las compañeras zapatistas de los cinco caracoles, en voz de la compañera Alejandra, nos propusieron volver a reunirnos, “pero no nada más aquí en tierras zapatistas, sino también en sus mundos de cada quien, de acuerdo a sus tiempos y modos. Para que organicen encuentros de mujeres que luchan, o como los quieran llamar”. También, que para prepararnos y “según los modos y tiempos de cada quién, estudiar, analizar, discutir y si se puede, acordar nombrar quién o quiénes son los responsables de los dolores que tenemos”.

Nos regalaron a cada una, una luz para “cuando te sientas sola, cuando tengas miedo, cuando sientas que es muy dura la lucha, o sea la vida, préndela de nuevo en tu corazón, en tu pensamiento, en tus tripas. Y no te la quedes. Llévala a las desaparecidas, a las asesinadas, a las presas, a las violadas, a las golpeadas, a las acosadas, a las violentadas, a las migrantes, a las muertas … Llévala y dile a todas y cada una que no está sola, que vas a luchar por ella, por la verdad y justicia que merece su dolor … Llévala y conviértela en rabia, en coraje, en decisión. Llévala y júntala con otras luces. Llévala y tal vez, llegue a tu pensamiento que no habrá ni verdad, ni justicia, ni libertad en el sistema capitalista patriarcal. Entonces tal vez nos volvamos a ver para prenderle fuego al sistema. Y tal vez vas a estar junto a nosotras cuidando que nadie apague ese fuego hasta que no queden más que cenizas.” [...] Silvia Ribeiro, Las luces que llevamos en Los sueños de la razón, https://desinformemonos.org/las-luces-llevamos/

“¡Tenemos que transformar nuestro dolor en lucha. Vamos adelante!”, escribía Marielle Franco unos días antes de ser asesinada. “Hoy, nuestra esperanza se resquebraja un poco. Una mujer, negra, madre, defensora de la igualdad y nacida y criada en la Maré fue derribada”, afirmó en un comunicado el frente de Mujeres del Partido Socialismo y Libertad de Brasil (PSOL) el pasado 14 de marzo, día en que Marielle Franco, concejala por este partido, fue asesinada a tiros en un céntrico barrio de la ciudad de Río de Janeiro.

Defensora de los derechos humanos, negra, feminista, lesbiana e hija de una de las mayores favelas de Río de Janeiro fue asesinada mientras circulaba en un coche después de moderar el evento ‘Jóvenes negras moviendo estructuras’ [...] 

Tres días antes de su muerte, Franco había denunciado en redes sociales la violencia de la intervención de la Policía Militar en algunas favelas de la ciudad. “Yo vivo e imagino la ciudad a partir de mis vivencias personales, subyugadas como la mayoría de mis similares por nuestra sociedad machista, racial y desigual”.

Marielle Franco fue coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos de la Alerj (Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro) entre 2013 y 2016, hasta que el 2 de octubre de ese mismo año fue elegida concejala, la quinta más votada entre todas las candidatas y candidatos municipales. De los 51 concejales elegidos en aquel momento, 44 son hombres (86.6%), siete mujeres (13.4%). Ya sólo quedan seis. De ellos 36 son blancos, 12 “pardos” (piel morena) y tres se declararon como negros. Ya sólo quedan dos [...]

“El mandato de una mujer negra, favelada, periférica tiene que estar pautado junto con los movimientos sociales, para fortalecernos en este lugar político donde habitualmente no nos reconocemos”, añadió frente a todas las asistentes al debate.

Franco defendía el principio de “ocupar la política y no dejar que hagan leyes por nosotras”. Durante su año y medio de ejercicio, la concejala presentó casi 20 proyectos de ley. Uno de los pocos, hasta el momento, aprobados fue la ley para crear más casas de parto para mejorar la atención de madres y recién nacidos. Entre el resto destacan una campaña permanente contra el acoso y violencia sexual, un estudio con datos de la violencia de género en la ciudad de Río de Janeiro, asistencia gratuita para reformar casas de familias de renta baja o la inclusión de un día de lucha contra la homofobia, día de la Mujer Negra, un día contra la prisión de la juventud negra y otro de la visibilidad lésbica.

Esta “cría de la Maré”, como ella misma hacía llamarse orgullosa de haber nacido y crecido en esta favela, era una reconocida figura que defendía los derechos de las mujeres y de la población LGBT con el objetivo de “legislar para los más subrepresentados” [...] “El cuerpo es nuestro y no son 18 hombres los que van a decidir sobre nuestra elección. […] Por eso hoy hay una mujer negra de origen de la Maré presidiendo la Cámara Municipal en representación de la Comisión de la Mujer”, afirmó contra una medida que todavía no ha sido votada [...]

“Tenemos que gritar para que todos sepan lo que pasa. El 41° Batallón de la Policía Militar de Río de Janeiro está aterrorizando y violentando a los habitantes de Acari. Esta semana dos jóvenes fueron asesinados y tirados en una alcantarilla. Hoy la policía caminó por las calles amenazando a los habitantes. Sucede desde siempre pero con la intervención militar se puso aún peor”, denunció la concejala el 10 de marzo, dos semanas después de ser elegida relatora de la Comisión de Investigación sobre la Militarización de la Seguridad en Río de Janeiro. La finalidad de la comisión es supervisar la intervención federal que el presidente, Michel Temer, aprobó en enero y que concede el control completo de la seguridad del Estado al Ejército con el objetivo de combatir el narcotráfico y el aumento de violencia de la ciudad [...]

La céntrica plaza de la Cinelândia se convirtió desde entonces en foco neurálgico de constantes manifestaciones que ya han sumado hasta 100 mil personas, como la del 20 de marzo. El grito de ¡Marielle Presente! resuena aún en las calles de la ciudad, incluyendo la autovía de la Línea Amarilla que rodea la favela de la Maré, lugar que vio nacer y crecer a Franco y donde se convocó el domingo posterior a su muerte una concentración que atrajo a más de 20 mil personas. Luna Gámez, ¿Por qué murió Marielle Franco? 27 de marzo, 2018

María Ester Riveros, es la primera mujer asesinada por civiles armados en el marco de la lucha por la tierra en Paraguay desde 1989. Fue atacada a balazos en la Colonia San Juan Puente Kyha, del distrito Francisco Caballero Álvarez del Departamento de Canindeyú el pasado sábado 10 de marzo.

María Máxima Segovia, es prima de la víctima y es la principal referente de la Comisión de Mujeres Paraguayas San Juan Poty, que lucha dentro de la colonia por recuperar los lotes ocupados de forma irregular por no sujetos de la reforma agraria y que hoy son destinados al cultivo de soja. En esos lotes mantenían una ocupación hasta el pasado viernes cuando civiles armados quemaron sus viviendas y amenazaron a las ocupantes. Al día siguiente, dos sicarios llegaron al mismo lugar y asesinaron a María Ester para luego huir a bordo de una motocicleta [...]

La falta de respuestas a los reclamos de tierra por parte del campesinado son una de las causas fundamentales de la agudización de la violencia en el campo. El Estado permanece inmóvil y cómplice de los poderosos intereses del agronegocio; mientras, en contravención a las normas, más del 63% de las tierras del Departamento de Canindeyú están en manos de extranjeros que han expulsado a campesinos y campesinas, y convertido aquellas tierras en un mar de soja transgénica.

 Según el Informe Chokokue de la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay, entre 1989 y 2013, 115 campesinos fueron asesinados en el marco de la lucha por la tierra, desde entonces hasta la fecha se suman otros seis asesinatos. La de María Ester es la muerte violenta número 122 de esa extensa masacre de dirigentes y militantes. Es alarmante que por primera vez se registre un asesinado de este tipo contra una mujer campesina en el marco de este conflicto social [...] Esto demuestra un crecimiento de la violencia contra las mujeres organizadas en la defensa de sus territorios [...]

Los “civiles armados” son el ejército para-policial del agronegocio, la solución que han encontrado los grandes dueños de la tierra y el propio Estado para deshacerse de la molesta resistencia campesina, sin tener que responder a protocolos o denuncias de violación a los Derechos Humanos.

A decir del investigador Abel Irala, la mayor parte de estos casos tienen a su vez un carácter ejemplificador, “el o la dirigente es asesinado frente a su casa, a plena luz del día y en el mismo lugar donde se disputa la tierra”, pues se busca generar miedo en la comunidad. El patrón represivo ha cambiado, los matones ya no esperan en la oscuridad de los caminos vecinales, sino que actúan a plena luz del día “y con la certeza de la impunidad que caracteriza a estos casos, la casi garantía de impunidad que ofrece el Estado a los matones y principalmente a los autores morales de estos crímenes”. BASE-IS, Paraguay: La desidia estatal agudiza la violencia en el campo, 12 de marzo, 2018 http://www.baseis.org.py/la-desidia-estatal-agudiza-la-violencia-en-el-campo/

En la reciente VII Conferencia Internacional de La Vía Campesina, a propuesta de la CLOC, se ha hablado del feminismo campesino y popular, del proceso que ha vivido en su gestación en América Latina, y de su dinámica, puesto que entendemos que es un proceso en construcción y en movimiento. Para entenderlo, es importante repasar cómo se ha ido incorporando en LVC el género y el feminismo a lo largo de su trayectoria [...]

En 1994 tuvo lugar el I Congreso de la CLOC, donde se percibió muy poca presencia de mujeres. Fueron ellas mismas quienes reconocieron la necesidad de ser parte del proceso de articulación, de la toma de decisiones. También se percibió la necesidad de contar con la mirada de las propias mujeres campesinas respecto a las temáticas que se abordaban, como el acceso a la tierra, semillas, reforma agraria, acceso a créditos, etcétera. De alguna manera, lo que sucede es una demanda de paridad y de enfoque de género.

Fruto de ello, en el II Congreso de la CLOC en 1997, las mujeres tuvieron un espacio propio, una asamblea de mujeres para discutir sus temas y reivindicaciones, que les permitió presentar sus decisiones al conjunto del movimiento campesino durante el congreso. En ese momento se propusieron como temas la paridad y la transversalidad del género en todo el movimiento.

Este debate permitió una construcción política de las propias mujeres, de liderazgo, de formación dentro de la CLOC. Se hicieron profundos debates y se tomaron decisiones desde su perspectiva. Son los inicios de un discurso que se convertirá más adelante en una propuesta estratégica [...]

 “El feminismo campesino popular es una construcción de las mujeres de base señalando nuestras demandas y nuestras luchas de forma compartida”.

Por entonces, incluso en el ámbito académico, el tema del género empezó a tener espacio. Se hizo habitual el debate de mujeres, se hablaba de lucha de mujeres, etcétera, pero lo que sucede es que el sujeto (las mujeres campesinas) quedan invisibilizadas; están al margen [...]

Las campesinas se dan cuenta de que hay muchos feminismos, pero con otras perspectivas [...]

Como campesinas, se parte también de la condición de sentirse mujeres de la clase trabajadora del campo. Lo importante para nosotras, en nuestro día a día es no tener acceso a las tierras, que no haya escuelas, no tener transporte, no tener acceso a la salud. Y es a partir de esta realidad que se construye el feminismo campesino. Partimos de la realidad que vivimos las mujeres campesinas.

También hablamos de feminismo popular porque es un feminismo de construcción colectiva. No es una propuesta que llega de fuera, de alguna pensadora intelectual o de una corriente de pensamiento determinada. Es una construcción nuestra, de las mujeres de base, desde abajo, señalando nuestras demandas y nuestras luchas de forma compartida.

En este proceso se avanza cuando todas estamos de acuerdo con la comprensión de la necesidad de un feminismo con identidad propia (la campesina) y de la construcción colectiva (popular). Y así es como se asume formalmente en la CLOC, en el año 2015, el sentido del feminismo campesino y popular [...]

Nosotras decimos que no puede existir feminismo si no se plantea para la transformación de la sociedad. Nuestro feminismo habla de una nueva relación de los seres humanos con la naturaleza, que valora la agricultura campesina y cuestiona el proceso de explotación de la tierra, el acaparamiento de tierras y del agua, el extractivismo, es decir, cuestiona la concepción de la naturaleza como un espacio muerto y sin vida [...] Se trata de rescatar y de crear nuevas formas de vivir que se han perdido con la entrada del capitalismo.

 Respecto a la relación entre los hombres y las mujeres, debe terminar la jerarquía de poder en las familias campesinas, en los espacios organizativos y en los espacios comunitarios. Hay que romper la sociedad patriarcal donde el hombre se considera el jefe de la familia, el que toma las decisiones, el que define qué hacer y el que recibe y gestiona la compensación económica, cuando es toda la familia la que hace el trabajo productivo y las mujeres, además, también el trabajo reproductivo. Este trabajo reproductivo, de cuidado de niños y niñas, de ancianos y ancianas, de la alimentación, del mantenimiento de la casa… tiene que ser compartido. No puede ser un trabajo exclusivo de las mujeres [...] El trabajo que realizamos debe ser valorado no tan sólo en lo productivo sino también en los saberes, que permiten cuidar y reproducir las semillas, por ejemplo, o conocer el uso de las hierbas y las plantas medicinales como formas alternativas de medicina integral, puestas a disposición del cuidado de la familia y de la comunidad [...]

Nosotras percibimos el feminismo como una estrategia política más amplia, de transformación estructural, porque la violencia y la desigualdad que vivimos son estructurales. En nuestros debates siempre tenemos en cuenta tres ejes que deben estar relacionados de forma intrínseca: capital, género y raza. Son los ejes que componen el sistema de explotación y dominación de las mujeres, sobre todo de las campesinas, indígenas y negras.

Podemos seguir trabajando con el género pero sin desvincularlo de la clase. El género por el género, sin la relación con la clase, no es la lucha de las mujeres campesinas. Y es ahí donde vemos que el feminismo abre puertas. Ahora bien, también podemos encontrarnos con un feminismo que reivindique la lucha de las mujeres pero que no hable de clase; y por ello nosotras añadimos la tercera palabra: feminismo campesino y popular. No es el feminismo liberal, no es el feminismo anarquista, es el feminismo de clase campesina y popular. Iridiane Graciele Seibert. Movimiento de Mujeres Campesinas de Brasil, 13 de marzo, 2018 https://viacampesina.org/es/feminismo-campesino-y-popular-una-propuesta-de-las-campesinas-para-el-mundo/

La Escuela Nacional de Agroecología, Sembradoras de Esperanza, que nació en 2015, forma parte de una red de más de cuarenta IALAs (Institutos de Agroecología Latinoamericanos) desplegados en diferentes contextos rurales de América Latina, que fueron creados por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina).

La escuela nacional es para veinte mujeres que profundizan en sus competencias técnicas y metodológicas, así como en su análisis socio-político con enfoque de género. Las mujeres que participan se empoderan como sujetas políticas y transformadoras de su comunidad, con una visión global y local, teórica y práctica, de la agricultura campesina.

La escuela incorpora una visión sociopolítica en el marco de la soberanía alimentaria y el feminismo campesino y popular para que en el mediano y largo plazo influya e incida en los sistemas agroproductivos, desde la función social de la tierra, garantizando una alimentación de calidad, una agricultura diversificada que combate el cambio climático y permite un tejido social campesino comprometido, con participación joven y con mayor equidad de género. “Estamos ciertas que la madre tierra sobrevivirá sólo si logramos conjuntamente, campo y ciudad, recuperar identidad y los oficios que han sostenido ancestralmente la agricultura y la vida campesina, al mismo tiempo que a través de cientos de formas creativas las mujeres continuemos con nuestro legado histórico como agricultoras, desarrollando nuestras capacidades soberanas en la producción, el cuidado, la recreación y creación alimentaria…” Escuela Nacional de Agroecología, Sembradoras de Esperanza – ANAMURI, Chile, http://www.anamuri.cl/

Author: Alianza Biodiversidad
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