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Biopiratería, nueva amenaza para la Amazonia

by GRAIN | 7 Jan 1999
TITULO: Biopiratería, nueva amenaza para la Amazonia AUTOR: Zoraida Portillo PUBLICACION: IPS servicio de noticias FECHA: Enero de 1999 FUENTE: Inter Press Service, Roma URL:
http://www.ips.org

NOTE: An unofficial English translation follows the Spanish original.


BIOPIRATERíA, NUEVA AMENAZA PARA LA AMAZONIA

por Zoraida Portillo

LIMA, ene (IPS) La Amazonia suma a sus problemas endémicos la biopiratería, la mayor amenaza del nuevo milenio para este territorio de siete millones de kilómetros cuadrados, compartido por Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Guayana francesa y Surinam.

La biopiratería -robo de plantas con fines comerciales- comenzó hace unos 15 años pero se incrementó cuando laboratorios de países industrializados descubrieron que en las plantas de la Amazonía podrían encontrarse remedios para muchas enfermedades actuales y enviaron a sus expertos a identificar especies útiles.

Especialistas de la Universidad Federal de Pará, al norte de Brasil, consideran que laboratorios del mundo entero tienen científicos en toda la selva, en busca de plantas con propiedades curativas, medicinales y aromáticas.

'Muchos (laboratorios) están convencidos de que si algún día se descubre el medicamento para la cura del sida, ocurrirá probablemente en la Amazonia', dice Vicky Shreiber, experta del Centro Internacional de Investigación y Desarrollo (CIID) de Canadá, que colabora con la Universidad de Pará.

Los expertos advierten que no se debe confundir a los etnobotánicos que van a la Amazonia a estudiar las especies con los que van a robarlas, pero admiten que controlar la denominada biopiratería se está volviendo sumamente difícil.

Estudios realizados por organizaciones ambientalistas señalan que el tráfico de conocimientos y técnicas curativas indígenas por parte de la industria farmacéutica internacional causa a los países amazónicos pérdidas anuales superiores a los 10.000 millones de dólares.

El auge de la medicina alternativa o tradicional, basada en la curación con hierbas, también está contribuyendo a acrecentar la biopiratería.

Se estima que entre 30 y 40 por ciento de los pobres de América Latina usan la medicina tradicional o alternativa sea por patrones culturales, poca cobertura de los servicios tradicionales de salud o escasos medios económicos.

Los más perjudicados con el aumento de la biopiratería son los pueblos indígenas, por la expoliación que podrían sufrir muchos de sus recursos naturales.

La comunidad asháninka de la selva peruana lo está experimentando en carne propia. Muchos de sus bosques de uncaria tomentosa y uncaria guianensis, conocidas popularmente como uña de gato, han sido deforestadas por personas ávidas de obtener ganancias con la comercialización de la corteza. 'La uña de gato ha sido usada por nuestros antepasados durante siglos, ahora el hombre moderno la ha 'descubierto' y si no la cuidamos, la extinguirá como ha sucedido con muchas otras plantas o con la fiebre del caucho que tanto dolor trajo a nuestras tierras', afirma Zenón Antúnez, dirigente asháninka.

'A consecuencia del auge alcanzado por la uña de gato en el mundo, se ha constatado una extracción masiva y con bajos niveles de aprovechamiento en la obtención de cada bejuco, que ponen en riesgo su sustentabilidad futura', dice el parlamentario oficialista peruano Luis Campos Baca.

Campos Baca es autor de un proyecto de agroexportación de ese producto, que abarca cuatro departamentos amazónicos de Perú e involucra a unas 5.000 familias.

Los indígenas brasileños también están tomando precauciones. Recientemente, un grupo de caciques agrupados en la Fundación Nacional del Indio de ese país, se reunió en Roma con integrantes del Parlamento Europeo y organizaciones no gubernamentales para analizar medidas comunes contra la biopiratería.

'Los conocimientos de los pobladores nativos, aprovechados legalmente, pueden ahorrar tiempo y recursos en la producción de medicinas que de otra forma podrían demorar hasta 15 años', declara Marcos Terena, cacique de la comunidad Terena de Brasil.

'Tenemos interés en divulgar nuestros conocimientos para ayudar a la humanidad, pero es necesario definir límites para evitar que ello se convierta en piratería', añade.

Italia lidera la lista de países industrializados interesados en la medicina naturista y la investigación de propiedades curativas de las plantas amazónicas. Su interés no se limita a la búsqueda y recolección de especies, sino que incluye la divulgación de conocimientos.

El Centro de Orientación Educativa de Italia editó, con el financiamiento de la Unión Europea, una recopilación sobre 450 plantas de la Amazonia peruana titulado 'Las Plantas Medicinales y su Beneficio en la Salud Shipibo-Conibo'.

El libro resume más de 10 años de trabajo de un famoso curandero de esa comunidad, Guillermo Arévalo, quien asegura que la propiedad intelectual de su etnia sobre muchas plantas medicinales es 'intangible', lo que no impide que constituya fuente de información y riqueza para la ciencia y la humanidad.

La mayor parte de las plantas medicinales y aromáticas requeridas por el mercado internacional son recolectadas por las comunidades amazónicas en forma desordenada y sin una clasificación previa, lo que las desvaloriza.

Tampoco existen mecanismos adecuados que aseguren un retorno económico para los pueblos que la producen.

'El auge de la medicina naturista en sí es saludable y beneficioso para la humanidad, lo malo es que se haga a expensas de los pobladores nativos y con fines de lucro', precisa Javier Lauro, presidente del Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Perú. (FIN/IPS/zp/ag/en/99)

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BIOPIRACY: A NEW THREAT FOR THE AMAZON

by Zoraida Portillo

Lima, January (IPS) - On top of so many problems endemic to the Amazon, biopiracy is turning into the biggest threat of the new millenium for this territory of seven million square kilometres comprising Bolivia, Brazil, Ecuador, Colombia, Peru, Venezuela, French Guyana and Suriname.

Biopiracy - the stealing of plants for commercial purposes - started 15 years ago but has been growing since laboratories of industrialised countries learned that they could find cures for many pressing diseases among the plants of the Amazon and sent their experts down to identify useful species.

Specialists from the Federal University of Para, in the north of Brazil, calculate that labs from all over the world now have experts deployed in the forest, searching out the healing, medicinal and aromatic properties of the local flora.

"Many (labs) are convinced that if someday somebody finds a cure for AIDS, it's going to come from the Amazon," said Vicky Shreiber, an expert with the International Development and Research Centre (IDRC) of Canada, which is collaborating with the University of Para.

Experts say one shouldn't confuse ethnobotanists who go to the Amazon to study species with people who go there to steal them, but they admit that controlling this so-called biopiracy is becoming exceedingly difficult.

Today's booming interest in alternative or traditional medicine, using plant-based therapies, is also stimulating biopiracy.

It is estimated that 30% to 40% of the poor in Latin America use traditional or alternative medicine, either for cultural reasons, the narrow reach of conventional health services or their lack of economic means.

The ones most hurt by the growth of biopiracy are the indigenous peoples, as their natural resources are being destroyed.

The Ashaninka community in the Peruvian forest feels the pinch acutely. Many of their forests of Uncaria tormentosa and Uncaria guianensis, popularly known as "uña de gato" (Cat's Claw), have been decimated by people anxious to make money from the bark.

"Cat's Claw has been used by our forefathers for centuries. Now, modern people have 'discovered' it. If we don't take care, they will completely wipe it out, as happened with so many plants or with the rubber craze that brought us such pain," said Zenon Antunez, an Ashaninka leader.

"Because of the rising appeal of Cat's Claw in the world, we're witnessing massive extraction from the forest with very poor methods that threaten sustainability," laments Peruvian parliamentarian Luis Campos Baca.

Campos Baca is behind an agro-export project for this product, covering four Amazonian districts of Peru and involving 5,000 families.

Indigenous peoples in Brazil are also taking precautions now. Recently, a group of leaders from the National Indian Foundation of Brazil met in Rome with members of the European Parliament and non-government organisations to analyse what they can do together to fight biopiracy.

"The knowledge of the native people, if tapped legally, can save an enormous amount of time and resources to come up with a medicine that otherwise would take 15 years to develop," explained Marcos Terena, leader of the Terena community of Brazil.

"We're willing to share our knowledge to help humankind, but we have to define boundaries to ensure that this doesn't amount to piracy," he added.

Italy tops the list of industrialised countries avid for natural medicine and conducting research on the healing properties of Amazonian flora. Their interest is not limited to tracking down and gathering useful species. They want the indigenous knowledge, too.

The Italian Centre for Educational Orientation published, with European Union funding, a compilation covering 450 plants from the Peruvian Amazon, entitled "Medicinal Plants and their Benefits in Shipibo-Conibo Health".

The book reflects more than ten years of work by a famous healer in this community, Guillermo Arevalo, who insists that the intellectual property of his group over many medicinal plants is "intangible". This does not mean it cannot be a source of information and wealth for science and for humanity.

Most medicinal and aromatic plants needed by international markets are collected by Amazonian groups in an ad hoc fashion and without preliminary classification. This impedes the valorisation of their efforts.

There is also no proper mechanism to ensure an economic return to the people who produce these goods.

"In itself, the growing appeal of natural medicine is healthy and beneficial for everyone. The problem is that it is happening at the expense of the indigenous peoples and with a profit motive," Javier Lauro, president of the Institute for Scientific and Technological Research of Peru, points out.

Author: GRAIN
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