La Unión Europea atrapada en contradicciones evidentes
GRAIN
Marzo 2003
El mes pasado, GRAIN emitió una carta abierta a Pascal Lamy, jefe de
política comercial de la Comisión Europea. En ella manifestamos
una controversia a los esfuerzos de las relaciones públicas de Mr. Lamy
que tuvieron como objetivo intentar convencer al mundo que la Unión Europea
defiende los derechos de los agricultores del Tercer Mundo a guardar sus semillas.
Lamy nunca respondió. Pero no importa. Este mes, un nuevo contrato bilateral
entre la Unión Europea y el Líbano entró en vigencia. Por
este convenio, el Líbano debe ingresar a UPOV (Unión para la Protección
de Obtenciones Vegetales) dentro de los próximos cuatro años.
Si esto es abogar por los derechos de los agricultores a guardar semillas, entonces
algo está efectivamente revuelto.
En forma bastante solapada por su encanto en los medios, la Unión Europea
está forzando agresivamente a los países en desarrollo a adoptar
las reglas más estrictas de propiedad intelectual sobre semillas que
son posibles. Nosotros la vemos en Argelia. La vemos en Túnez. La vemos
en Sud África, Marruecos, Líbano y Bangladesh. Incluso la vemos
aguijoneando su cabeza a través de las nubes del lenguaje diplomático
en la política de la Unión Europea hacia más de 70 países
pobres que forman la Agrupación África-Caribe-Pacífico
(ACP). Nosotros tenemos que detener estos TRIPS-plus, desfile de poderes industriales
demandando a los países en desarrollo ir más allá de sus
compromisos con la OMC (Organización Mundial de Comercio) a través
de ruedas y comercio bilateral. La Unión Europea no es la única
parte culpable. Los Estados Unidos están haciendo lo mismo desde su lado,
incluso más agresivamente.
UN LÉXICO DE CLÁUSULAS “TRIPS-PLUS” SISTEMA EFECTIVO “SUI GENERIS”: : Bajo los Acuerdos TRIPS, todos los miembros de la OMC deben comenzar el patentamiento de formas de vida. El patentamiento de microorganismos es obligatorio. Para las plantas y animales es opcional. Las variedades de plantas, sin embargo, deben ser parte de leyes de patentes de los países o de algún “sistema efectivo sui generis” de protección de la propiedad intelectual. Este sistema no está definido en los TRIPS y ninguna mención se ha hecho en UPOV. En varias ocasiones, la UE ha delineado qué concibe por “un efectivo sistema sui generis”, y este es esencialmente el enfoque de UPOV. UPOV: La Convención UPOV (Unión para la Protección de Obtenciones Vegetales), un tratado de los gobiernos, concede patentes como derechos para los mejoradores de plantas que trabajan en la industria semillera formal. Esto recompensa un muy angosto tipo de mejoramiento de plantas, dirigido hacia la uniformidad genética y los monocultivos de gran escala. El Acta de la Convención de 1991, que es la versión más reciente y la misma con la que la Unión Europea presiona a los países en desarrollo para acatarla, no tiene cláusulas respecto de los derechos de los agricultores. Dice únicamente que los estados miembros que aspiren a proporcionar algún tipo de derogación para que los agricultores guarden sus semillas pueden hacerlo únicamente sin afectar las derechos básicos de monopolio que UPOV proporciona a la industria de semillas. BUDAPEST: El Tratado de Budapest sobre el Depósito de Microorganismos para el fin de la protección de patentes (1977) crea una unión de países que opera con reglas comunes sobre muestras catalogados de microorganismos patentados. Está administrado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). Mientras los Acuerdos TRIPS dicen que los microorganismos deben ser patentados, este no dice nada acerca de países teniendo que adoptar y cumplir con las normas del Tratado de Budapest. LAS MÁS ESTRICTAS NORMAS INTERNACIONALES: Numerosos tratados bilaterales de la UE obligan a los países en desarrollo a implementar las “más estrictas normas internacionales” de protección de DPI. Es incierto cuáles son estas normas. Por ejemplo, podrían referirse a normas europeas, normas de OMPI o nuevas, de hecho emergen normas de un creciente número de tratados bilaterales sobre comercio e inversión. Una cosa es clara: esto no puede significar normas de la OMC porque esta no lo dice. |
La situación actual
Según nuestra cuenta, la Unión Europea ha forzado compromisos TRIPS-plus relativos a la propiedad intelectual sobre formas de vida en casi 90 países en vías de desarrollo, incluyendo la ACP en conjunto (ver tabla)
El lenguaje de los contratos individuales no es siempre claro.
• Algunos países deben ingresar a UPOV y/o acceder al Convenio de Budapest. Este es el caso de Argelia, Líbano, México, Marruecos y Túnez.
• En otros casos, la sujeción a UPOV no está bien arreglada. Argelia está a consideración de ingresar a UPOV, a pesar de que la Unión Europea podría estar satisfecha si Argelia implementa ya “un sistema sui generis efectivo” (Ver cuadro). Bangladesh, por su parte, tiene que hacer un mejor esfuerzo para ingresar a UPOV.
• Bajo alguno de los contratos, las partes reconocen la necesidad de proveer una protección adecuada y efectiva de derechos de propiedad intelectual, algunas veces hasta el nivel de “las normas internacionales más estrictas” (ver cuadro). Nosotros entonces conseguimos una lista de qué incluyen específicamente aquellos derechos: patentes de protección de variedades de plantas y de invenciones biotecnológicas.
Todos estos contratos califican como acuerdos “TRIPS-plus” dado que los DPIs (Derechos de propiedad intelectual) sobre la vida están afectados. Los TRIPS no tienen cláusulas acerca de la implementación o ingreso a cualquiera de ambos UPOV o Budapest. Ellos no requieren de protección por patentes de variedades de plantas. Y ni siquiera mencionan “invenciones biotecnológicas”.
Entonces ¿de dónde vienen estas cláusulas? Ellas vienen de la iniciativa de la Unión Europea para armonizar las leyes mundiales de propiedad intelectual, más allá de los mínimos requerimientos de la OMC. Los instrumentos bilaterales son claros acerca de esto. Como lo plantea el Comisionado de Asuntos Externos de la Unión Europea, Chris Patten, celebrando la entrada en vigencia del contrato del Líbano a principios de mes, es todo sobre la aproximación del comercio y la legislación económica de los países en desarrollo con aquellos de la Unión Europea. En otras palabras, para ser un socio y beneficiarse de concesiones comerciales amigables o asistencia para el desarrollo, el Líbano tiene que alinear sus leyes con aquellas de la Unión Europea. Esto puede verse loco, dadas la diferencias entre Líbano y , digamos, Suecia. Pero esto es de lo que se trata la globalización. Y la armonización de leyes de patentes es una pieza central del rompecabezas. Las patentes son bienes vitales para las empresas en los países industrializados, quienes son propietarias de más del 95% de las patentes en el mundo. Ellas necesitan que estas patentes sean aceptadas de buen grado por los países en desarrollo con el fin de facilitar sus propias estrategias de mercado y asegurar sus ingresos.
Estos tratados bilaterales son también parte de la competencia de la
Unión Europea (UE) con otros poderes comerciales mayores, particularmente
los Estados Unidos y Japón. Ellos permiten a la UE asegurarse términos
preferenciales de negocios con países socios. En este contexto, es claro
que las relaciones históricas de la UE con los países ACP constituyen
un polo de relaciones preferenciales. La proximidad de la UE con los países
mediterráneos del Norte de África y el Este Medio constituyen
otro polo. De hecho, la UE tiene un diseño conjunto para sus múltiples
asociaciones con Estados Mediterráneos. Por este motivo nosotros podemos
prever políticas similares TRIPS-plus emergiendo en breve en Egipto,
Jordania, y Siria (ver tabla).
Más allá de estos especiales y frecuentes polos neocoloniales,
la vieja y lisa rivalidad aparece. El Tratado de Libre Comercio para América
del Norte entre los Estados Unidos, Canadá y México, por ejemplo,
catalizó a la UE para plantear su propio tratado con México.
La necesidad de hacer un alto sobre esto
La Unión Europea debe cesar y desistir inmediatamente de imponer medidas TRIPS-plus en países en desarrollo. Y cualquier trato ya hecho debería ser enmendado de conformidad con las partes.
Los Verdes en el Parlamento Europeo hicieron un movimiento importante en esta
dirección esta semana a través de un pedido urgente a la Comisión
Europea. La acción se desencadenó por la realidad de la entrada
en vigencia del tratado UE-Líbano. Por la urgencia, los Verdes han requerido
a la Comisión dar explicaciones sobre la razón por la cual fingen
respaldar las, así llamadas, flexibilidades de los Acuerdos TRIPS en
el nivel multilateral mientras efectúan simultáneamente exigencias
de TRIPS-plus en los países en desarrollo en el nivel bilateral.
La Comisión seguramente dirá que no están forzando a nadie
a hacer nada, porque los países tienen el derecho a acordar o no con
cualquier propuesta de la UE. Pero esto nunca responde la pregunta. Estos contratos
representan políticas de coerción en el mejor de los casos: no
patentes, no comercio o ayuda. Esta es la razón por la cual cuando las
ONGs y otros grupos en los países en desarrollo cuestionan a sus gobiernos
acerca de por qué están firmando, ellos le dicen cállense
porque no hay opción. Naturalmente. Su afluencia de contratos extranjeros
y préstamos de dinero depende de esto. Estos países están
con una deuda abultada y en el presente los agricultores tendrán que
pagar regalías y afrontar otras restricciones sobre las semillas –
mucho más allá de las prescripciones de la OMC.
Las agrupaciones de la sociedad civil tienen que hacer mucho más para detener a esta excavadora.
*TRIPS-plus. Se trata de requisitos de protección de los derechos de propiedad intelectual más rigurosos que los TRIPS (Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados al Comercio, por su sigla en inglés) exigidos por la OMC. Estos habitualmente se establecen a través de convenios bilaterales. (N.Tr)
Más Información
El sitio web de las relaciones comerciales bilaterales de la Comisión Europea