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Carta abierta al Director General de la FAO

by Biodiversidad | 15 Jul 2004

Carta abierta al Director General de la FAO

Por iniciativa de reconocidos integrantes de diversas organizaciones - entre ellas, Coalition pour la Protection du Patrimoine Génétique Africain, Costa de Marfil ; Biowatch, Sudáfrica; Pesticides Action Network Asia and the Pacific, Malasia; Red por una América Latina Libre de Transgénicos, Ecuador; ETC Group; ITDG, Reino Unido, y GRAIN, España-, inmediatamente de conocido el informe anual de la FAO, presentado en mayo, lanzaron una carta abierta dirigida a su Director General para expresarle el desacuerdo con el informe "Biotecnología agrícola: ¿compromiso con las necesidades de los pobres?", señalando que dicho informe representa una maniobra sin precedentes de la maquinaria de propaganda de la FAO en apoyo a la ingeniería genética. Si bien ya expiró el plazo para adherirse a dicha carta, por su importancia, publicamos su versión completa.

Estimado Sr. Jacques Diouf, Director General de la FAO:

Nosotros, las organizaciones, movimientos y personas abajo firmantes, involucrados en temas relacionados a la agricultura, deseamos expresar nuestra indignación y desacuerdo con el informe de la FAO publicado el lunes 17 de mayo ("Agricultural biotechnology: meeting the needs of the poor?"). Este informe se ha utilizado, en un ejercicio de relaciones públicas motivado políticamente, como apoyo a la industria biotecnológica. Promueve la ingeniería genética de cultivos y una mayor desviación del financiamiento para investigación hacia este tipo de tecnología, en desmedro de los métodos ecológicamente sanos desarrollados por los agricultores. Desgraciadamente, la forma cómo se preparó el informe y se dio a conocer a los medios, levanta serios cuestionamientos acerca de la independencia y la integridad intelectual de una importante agencia de Naciones Unidas. El informe aleja a la FAO de la búsqueda de la soberanía alimentaria y de las necesidades reales de los agricultores y campesinos del mundo, y es una puñalada por la espalda a los agricultores, campesinos y a los pobres de zonas rurales, a quiénes la FAO tiene el mandato de apoyar.

Estamos profundamente decepcionados porque la FAO (y usted personalmente) rompió su compromiso de consultar y mantener un diálogo abierto con las organizaciones de agricultores de pequeña escala y con la sociedad civil. Al no consultar a estas organizaciones para la preparación del informe citado, la FAO dio la espalda a aquellos que son los más directamente afectados por las tecnologías que el documento promueve.

En lugar de recomendar el fortalecimiento del papel de los agricultores de pequeña escala en el manejo de su biodiversidad agrícola y en el mejoramiento de los cultivos vitales para su sobrevivencia _que incluso algunos de los que hacen trabajo de campo en la FAO promueven activa y exitosamente_, este reporte propone un "arreglo tecnológico" de cultivos cruciales para la seguridad alimentaria de los pueblos marginalizados -promoviendo el desarrollo transgénico de la yuca, la papa, el garbanzo, el mijo y el teff.

El hambre en el mundo está aumentando nuevamente a pesar del hecho de que la producción global de alimentos per cápita es más alta que nunca. Los temas de acceso y distribución son mucho más importantes que la tecnología. Si algo hemos aprendido de los fracasos de la Revolución Verde, es que los avances tecnológicos en genética de cultivos para que las semillas respondan a los insumos externos, van de la mano con el incremento de la polarización socioeconómica, el empobrecimiento rural y urbano y una mayor inseguridad alimentaria. La tragedia de la Revolución Verde reside precisamente en esa estrecha visión tecnológica, que ignora los factores sociales y estructurales, mucho más decisivos e importantes para aliviar el hambre. La tecnología, al contrario, fortaleció las propias estructuras que provocan las hambrunas. ¿La FAO no ha aprendido nada?

Vía Campesina: FAO declara la guerra a los campesinos

Por Silvia Ribeiro (*)

La Vía Campesina, la mayor red mundial de movimientos campesinos y agricultores familiares, condenó enérgicamente el informe 2004 de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)1 titulado "Biotecnología: ¿respondiendo a las necesidades de los pobres?", por considerarlo un apoyo descarado a la industria de los organismos transgénicos y como tal, un atentado al trabajo por soberanía alimentaria de los campesinos y campesinas del mundo, particularmente en los países del Sur.

La protesta, que fue apoyada unánimemente y aplaudida desde el plenario del IV Congreso de la Vía Campesina _que sesionó en Itaici, Brasil, del 14 al 20 de junio, con asistencia de cerca de 500 delegados de 80 países_ acompaña la entrega a la FAO en Roma de una carta abierta también firmada por Vía Campesina_ a su director, Jacques Diouf, firmada por más de 650 movimientos y organizaciones de la sociedad civil y 850 personalidades e individuos de todos los rincones del planeta. El informe de la FAO fue elaborado sin ninguna consulta a las organizaciones campesinas o de pequeños agricultores, "sin embargo, parece haber sido ampliamente discutido con la industria". Significativamente, la carta abierta se titula "La FAO declara la guerra a los agricultores, no al hambre"2.

Con este informe, la FAO provee la justificación para seguir contaminando nuestros cultivos" declaró Paul Nicholson, en el tercer día del Congreso de Vía Campesina; y agregó, "rechazamos este informe y en este Congreso revisaremos nuestras estrategias con respecto a ésta y otras agencias de Naciones Unidas. Ahora están mostrando su verdadera cara: dicen ser organismos públicos, pero en realidad les hacen el trabajo de legitimación a las empresas transnacionales que promueven la agricultura industrial y la expulsión de campesinos, complementando el trabajo devastador de guerra contra los pobres de la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional".

Y para Vía Campesina, el camino está claro: no se trata de pedir concesiones a ninguna de estas instituciones. Se trata de seguir trabajando desde las bases, en redes horizontales y diversas, integrando campesinos, indígenas, comunidades negras y locales, mujeres y jóvenes, promoviendo la desobediencia civil y afirmando la diversidad cultural, a través de la recuperación de tierras, el rescate y defensa de nuestras semillas, la lucha y denuncia de las imposiciones de las instituciones multilaterales, y muchas otras acciones.

Notas

1 Consultar la declaración del 21/5/2004 de Vía Campesina frente al informe de la FAO en: http://www.viacampesina.org/art_sp.php3?id_article=%20333
2 Ver en http://www.grain.org/nfg/?id=181

(*) Investigadora del Grupo ETC.

 

La historia demuestra que los cambios estructurales en el acceso a la tierra, a la producción de alimentos y al poder político _combinados con sólidas tecnologías ecológicas, sustentadas en la investigación basada en el conocimiento campesino_ reducen el hambre y la pobreza. La `revolución genética' promete llevarnos en la direcciónopuesta. Está basada en investigación elitista, estratosféricamente costosa, dominada por la industria, y en el uso de tecnologías patentadas. Los mismos recursos, si fueran canalizados a las redes de investigación participativa campesinas, generarían tecnologías mucho más equitativas, productivas y ecológicas.

Si bien el documento de más de 200 páginas lucha por aparecer neutral, es sumamente tendencioso e ignora la evidencia disponible sobre los impactos adversos en el ambiente, la economía y la salud que tienen los cultivos manipulados genéticamente. Por ejemplo, el informe afirma ciegamente que los cultivos transgénicos han resultado en enormes beneficios económicos para los agricultores y que han servido para reducir el uso de plaguicidas. Esta aseveración se basa, en forma prejuiciosamente selectiva, en datos de campo de una serie de estudios sobre el algodón Bt. Ignora completamente las investigaciones que contradicen esto. La información utilizada proviene de la India y está basada exclusivamente en los ensayos de campo de Monsanto en el 2001. El informe ignora la información recolectada directamente de las parcelas de los agricultores por varios gobiernos y otros investigadores independientes durante el ciclo agrícola 2002 (año en que se liberó el algodón Bt). Esa información muestra que el algodón Bt fue un fracaso. En cambio, los breves estudios, no concluyentes, sobre el algodón Bt en México, Argentina y Sudáfrica se usan abiertamente para brindar apoyo a las variedades de algodón transgénico. Una referencia a otro estudio sugiere beneficios para los agricultores del algodón en Burkina Faso y Mali, y concluye, sin tener bases, que el África occidental _ya bajo injustificables presiones comerciales- perderá millones de dólares si no acepta el algodón Bt.

Aunque el reporte de la FAO menciona que la ingeniería genética está dominada por las corporaciones, pasa por alto el hecho de que sólo una compañía _Monsanto_ domina con su tecnología el 90% del área mundial cultivada con transgénicos. Cinco compañías fabrican prácticamente el 100% de las semillas transgénicas que hay en el mercado. Esto representa una dependencia sin precedentes de los agricultores con las compañías de agronegocios, que la FAO debería ver con alarma, y ante lo cual debería proponer alternativas. Proponer que se dedique más financiamiento público a la tecnología de transgénicos no es ninguna solución. Mayor inversión en esta tecnología _como recomienda la FAO_ incrementará inevitablemente el control monopólico sobre las reservas alimentarias del planeta. Los países empobrecidos serán forzados a aceptar leyes de patentes, contratos y regímenes comerciales que debilitan su capacidad nacional para luchar contra el hambre. Cuatro días después de que se publicó su informe, la Suprema Corte de Canadá se puso de manera vergonzosa del lado de Monsanto contra los agricultores canadienses Percy y Louise Schmeiser, porque la semilla patentada de la corporación contaminó su parcela. En varios países ya hay casos de agricultores amenazados o demandados porque el polen transgénico ¡voló hacia sus parcelas y contaminó sus cultivos!

Mientras más campesinos se vuelvan dependientes de la industria biotecnológica, menos opciones tendrán para apoyar y desarrollar sus propios sistemas agrícolas y sus formas de vida. Es inaceptable que la FAO respalde la necesidad de propiedad intelectual de las corporaciones. Esto implica el apoyo de la FAO a la biopiratería corporativa, puesto que los recursos genéticos que las corporaciones buscan patentar provienen del trabajo de mejoramiento que han hecho los agricultores durante miles de años.

La contaminación genética está dañando el corazón mismo de los centros mundiales de diversidad de los cultivos. La FAO deja este hecho de lado sin prácticamente mencionarlo. Para los pueblos que crearon la agricultura esto constituye una agresión contra su vida, contra los cultivos que crearon y nutrieron y contra su soberanía alimentaria. Durante varias décadas la FAO ha conducido un debate internacional en torno a la erosión genética. Con el advenimiento de la ingeniería genética, la amenaza de erosión se ha incrementado. Como institución normativa intergubernamental para los recursos genéticos, la FAO debería estar desarrollando políticas para prevenir la erosión genética y tomar acciones frente a sus implicaciones negativas a nivel global.

Estamos estupefactos de que para prevenir la contaminación genética (al tiempo que proteger al monopolio corporativo), el informe apoya la opción absurda de usar Terminator, una tecnología que impediría que los agricultores guardaran y reutilizaran la semilla cosechada. Las organizaciones campesinas, de la sociedad civil, muchos gobiernos e instituciones científicas han proscrito esta tecnología. Como Director General de la FAO, usted estableció en el año 2000 que la FAO estaba en contra de la esterilización genética de semillas. Increíblemente, su informe respalda una tecnología que pondría en riesgo la alimentación de 1,400 millones de personas en todo el mundo que dependen de la semilla conservada de su cosecha.

Estas parcialidades, omisiones y conclusiones sin sustento convierten a este informe en una vergonzosa herramienta de relaciones públicas para la industria biotecnológica y para los países que buscan exportar esta tecnología. Es un insulto a los gobiernos miembros de la FAO que valientemente han resistido la presión política de la industria y a quienes han desarrollado alternativas viables para la seguridad en semillas y la soberanía alimentaria sostenida a largo plazo. Es un rechazo a los esfuerzos de los científicos y formuladores de políticas -algunos dentro de la FAO- que han contribuido a un nuevo desarrollo tecnológico participativo, con metodologías agroecológicas, productividad sustentable y otros enfoques que ponen en primer plano el rol y los derechos de los agricultores.

Consideramos que la FAO ha roto el compromiso que tenía con la sociedad civil y las organizaciones campesinas de realizar consultas en los temas que preocupan a todos. No hubo consulta con los agricultores de pequeña escala ni con las organizaciones campesinas y sin embargo, el informe parece haber sido ampliamente discutido con la industria. Para aquellos de nosotros en las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales que consideramos a la FAO una institución con la que se podía tener relación, y como un foro para debatir esos temas y avanzar en ellos, esto es un revés tremendo. Las organizaciones de agricultores, campesinos y de la sociedad civil nos reuniremos y consultaremos en los próximos meses qué acciones tomaremos con respecto a la FAO y a las repercusiones negativas de este informe.

Asamblea de la REDALLT, contra la FAO y la "intervención alimentaria"

La coordinación de actividades entre las diferentes organizaciones y movimientos que se oponen a los transgénicos en América Latina fue el marco de la Asamblea de la RED por una América Latina Libre de Transgénicos (REDALLT) que se desarrolló en Montevideo, Uruguay, los días 10 y 11 de mayo de 2004. La definición de "intervención alimentaria" para la "ayuda" que brindan los países desarrollados y en las cuales se han encontrado Organismos Genéticamente Modificados, el cuestionamiento a la FAO por su papel en la promoción de los OGM, el análisis de los casos de contaminación de semillas criollas y el establecimiento de líneas de acción marcaron el trabajo de delegados de diversas organizaciones del continente. Uno de los resultados de la Asamblea fue que la nueva coordinación de la REDALLT recaiga en Acción Ecológica de Ecuador. Además de establecer las líneas de acción, la Asamblea sirvió para realizar una puesta a punto de la situación en cada uno de los países. Fueron presentadas las situaciones en Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Paraguay, México, Venezuela, Ecuador, Uruguay y Argentina.

Al final de la asamblea de la REDALLT se hizo público un manifiesto en el que se denunció a la "First World Conference on Organic Seed" organizada por la FAO, IFOAM y la Federación Internacional de las Semillas" en el entendido de que "los intentos por certificar las semillas como orgánicas son un paso más en el intento de apropiación de las semillas de los agricultores para continuar creando monopolios y apropiándose de la base del sustento de la humanidad".

Al mismo tiempo las organizaciones de la REDALLT consideran que "resulta absurdo e inaceptable que las grandes corporaciones de las semillas participen ahora en la certificación orgánica de las mismas, cuando han sido ellas quienes han contaminado las semillas locales en diversas partes del mundo con sus semillas transgénicas y han hecho esfuerzos extraordinarios por dificultar la agricultura orgánica, especialmente entre campesinos".

Sobre la participación de IFOAM y FAO en este tipo de actividades, la REDALLT asegura que están "del lado de estas grandes corporaciones y las enfrenta a los pueblos indígenas y agricultores que durante miles de años han alimentado la biodiversidad agrícola en todo el planeta".

 

Puede leer el comunicado de prensa de la FAO sobre el informe

Puede descargar el informe completo

 

Author: Biodiversidad
Links in this article:
  • [1] http://www.viacampesina.org/art_sp.php3?id_article=%20333
  • [2] http://www.grain.org/nfg/?id=181
  • [3] http://www.fao.org/newsroom/es/news/2004/41714/index.html
  • [4] http://www.fao.org/docrep/006/Y5160S/Y5160S00.HTM