Biodiversidad - Jul 2012

Este número intenta apoyar nuestra reflexión sobre los programas, proyectos, expropiaciones, acaparamientos y especulaciones financieras impulsados por la llamada “economía verde”. Ésta —sin cuestionamiento alguno hacia la economía de la destrucción basada en el extractivismo y los combustibles fósiles, ni hacia sus patrones de consumo y producción industrial—, extiende la expoliación de la gente y el ambiente a nuevos ámbitos.

Editorial

La fotografía que acompaña este editorial fue tomada durante la marcha de la Cumbre de los Pueblos que reunió a más de ochenta mil personas en las calles de Río de Janeiro para expresar el rechazo a la propuesta de Economía Verde que Río + 20 trató de “vendernos” a los pueblos del mundo y que está testimoniada en la tapa de este número mostrando la columna de la Vía Campesina en la marcha; una más de las decenas de movimientos que confluyeron ese día. Y como toda imagen nos cuenta muchas historias.
La fotografía que acompaña este editorial fue tomada durante la marcha de la Cumbre de los Pueblos que reunió a más de ochenta mil personas en las calles de Río de Janeiro para expresar el rechazo a la propuesta de Economía Verde que Río + 20 trató de “vendernos” a los pueblos del mundo y que está testimoniada en la tapa de este número mostrando la columna de la Vía Campesina en la marcha; una más de las decenas de movimientos que confluyeron ese día. Y como toda imagen nos cuenta muchas historias.

El trasfondo de la economía verde

La humanidad y el planeta estamos sumergidos en una trama de diversas crisis que parecen agravarse o enraizarse cada vez más. La crisis climática se suma a una crisis ambiental más general, y ambas se agravan producto de la crisis económica. Al mismo tiempo, quienes detentan poder para determinar posibles cauces de acción nacional e internacional parecen incapaces de identificar soluciones reales. Las negociaciones internacionales giran en torno a falsas promesas de solución, en medio de un ambiente de complacencia y autoengaño que nos recuerda el traje del emperador: tenemos frente a nosotros la evidencia desnuda que las crisis son graves en extremo, pero sólo escuchamos aplausos para un manto de soluciones que no son tales.
La humanidad y el planeta estamos sumergidos en una trama de diversas crisis que parecen agravarse o enraizarse cada vez más. La crisis climática se suma a una crisis ambiental más general, y ambas se agravan producto de la crisis económica. Al mismo tiempo, quienes detentan poder para determinar posibles cauces de acción nacional e internacional parecen incapaces de identificar soluciones reales. Las negociaciones internacionales giran en torno a falsas promesas de solución, en medio de un ambiente de complacencia y autoengaño que nos recuerda el traje del emperador: tenemos frente a nosotros la evidencia desnuda que las crisis son graves en extremo, pero sólo escuchamos aplausos para un manto de soluciones que no son tales.

Economía verde: Las corporaciones asaltan la Naturaleza y a los pueblos (nuevamente)

Al contrario de lo que pretende sugerir su nombre, la “economía verde” no es una nueva economía más “ecológica”. Es otra fase del mismo proceso de acumulación capitalista. Nada en la “economía verde” cuestiona o sustituye la economía basada en el extractivismo y los combustibles fósiles, ni sus patrones de consumo y producción industrial, sino que extiende la economía explotadora de la gente y el ambiente a nuevos ámbitos, alimentando el mito de que es posible un crecimiento económico infinito.
Al contrario de lo que pretende sugerir su nombre, la “economía verde” no es una nueva economía más “ecológica”. Es otra fase del mismo proceso de acumulación capitalista. Nada en la “economía verde” cuestiona o sustituye la economía basada en el extractivismo y los combustibles fósiles, ni sus patrones de consumo y producción industrial, sino que extiende la economía explotadora de la gente y el ambiente a nuevos ámbitos, alimentando el mito de que es posible un crecimiento económico infinito.

Todos somos Ituzaingó

El 11 de junio se inició en la Cámara 1° del Crimen de Córdoba, Argentina, un juicio penal interpuesto por el Grupo de Madres del Barrio Ituzaingó contra dos productores de soja y un aero-aplicador por violar la Ley 24051. Por más de 10 años el barrio ha sido afectado por un coctel de agroquímicos que incluye glifosato, endosulfán y otros agrotóxicos asociado al cultivo de soja transgénica. Este juicio es el resultado de varios años de lucha del grupo de mujeres.
El 11 de junio se inició en la Cámara 1° del Crimen de Córdoba, Argentina, un juicio penal interpuesto por el Grupo de Madres del Barrio Ituzaingó contra dos productores de soja y un aero-aplicador por violar la Ley 24051. Por más de 10 años el barrio ha sido afectado por un coctel de agroquímicos que incluye glifosato, endosulfán y otros agrotóxicos asociado al cultivo de soja transgénica. Este juicio es el resultado de varios años de lucha del grupo de mujeres.

De un vistazo y muchas aristas. Lo que dejó Río + 20

Río + 20, la Cumbre Oficial que debía proponer soluciones para las múltiples crisis socioambientales que enfrentamos, dejó un sabor amargo a todos los pueblos: los gobiernos del mundo demostraron ser absolutamente incapaces de formular políticas (aquello para que son elegidos) que respondan a los acuciantes problemas con que la humanidad se enfrenta. Del otro lado, muy lejos del Río Centro, los pueblos tuvimos nuestra propia cumbre, la Cumbre de los Pueblos.
Río + 20, la Cumbre Oficial que debía proponer soluciones para las múltiples crisis socioambientales que enfrentamos, dejó un sabor amargo a todos los pueblos: los gobiernos del mundo demostraron ser absolutamente incapaces de formular políticas (aquello para que son elegidos) que respondan a los acuciantes problemas con que la humanidad se enfrenta. Del otro lado, muy lejos del Río Centro, los pueblos tuvimos nuestra propia cumbre, la Cumbre de los Pueblos.

Ataques, políticas, resistencia, relatos

Una audiencia simbólica del Tribunal Permanente de los Pueblos en Ciudad Juárez, México | Perú: ¿Ollanta Humala gobierna  para las mineras? | Sobre los falsos dilemas en relación al artículo “ambientalismo vs extractivismo” de Eduardo Paz Rada) | Sobornos y Walmart en México | Consumo quiere decir desperdicio
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